jueves, 28 de abril de 2016

Cómo bajar la cuota de la hipoteca de 500 a 150 euros

Estar desempleado, tener gastos inesperados, ser autónomo y pasar por un mes sin ingresos... Son varias las situaciones que nos pueden llevar a tener dificultades para pagar la letra hipotecaria y, en esos momentos, desear que la cuota fuera más baja.
Desde el comparador HelpMyCash.com recomiendan hasta cinco fórmulas para conseguir pagar menos en el mes a mes, explicando los pros y contras de cada técnica.

1. Solicitar una carencia. Sirve para pagar únicamente la parte de intereses de la cuota, sin amortizar nada de capital. Debemos explicar bien al banco que si no nos la conceden, seremos incapaces de pagar la cuota. Así, en una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor + 1 % en la que estamos pagando una cuota de 493 euros, la carencia haría que pagáramos solo 144 euros al mes, durante 2 o 3 años, mientras nos recuperamos económicamente. Lo mejor: un grandísimo alivio en el mes a mes. Lo peor: cuando acaben los meses de carencia la cuota volverá a ser la que era de un mes para otro, y encima nuestra hipoteca se alargará dos o tres años. Al final de la hipoteca, habremos pagado más intereses totales. 
2. Alargar el plazo. Pasar de 20 a 30 años en una hipoteca media de 150.000 euros a euríbor + 1 %, hará que nuestra cuota pase de 720 euros a 493 euros. Lo mejor: una significativa rebaja que nos dará aire en el mes a mes. Lo peor: 10 años más (o los que acordemos) de hipoteca que subirán el total de intereses que acabaremos pagando al banco. 
3. Negociar una rebaja del interés. ¿Cómo se consigue? Se puede intentar por dos vías. La primera, prometiéndole al banco algo que le interese, como contratar un seguro que necesitemos con ellos, abrir un plan de pensiones en la entidad, domiciliar algunos recibos más... La segunda vía es conseguir una oferta de otro banco que nos dé mejores condiciones y, con la oferta en la mano, explicarle a nuestro banco que si no igualan la oferta nos iremos al otro banco. En ocasiones, nuestro banco reacciona rebajando el interés. Lo mejor: es una rebaja real sin coste para nosotros. Lo peor: hay que ser capaz de negociar bien. 
4. Llevarnos la hipoteca a otro banco. Este método tiene un coste (alrededor del 1 % de la hipoteca pendiente, o sea, unos 1.000 euros de cada 100.000 pendientes), pero en ocasiones merece la pena. Por ejemplo, si estamos pagando una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor + 2,5 % y conseguimos que otro banco nos ofrezca euríbor + 1 %, pasaremos de pagar 605 euros al mes a pagar solo 493 euros. En este caso, en solo 5 meses ya estaremos ganando dinero. Lo mejor: el ahorro de este método es real, no solo un "parche" para ir tirando. Realmente pagaremos menos. Lo peor: hay que hacer una inversión inicial. 
5. Aplazar cuotas. Una manera de no pagar nada los meses que no damos abasto es contratar una hipoteca flexible, como la Hipoteca Sin de Bankinter al 1,20 % TAE, que nos permitirá aplazar hasta 3 cuotas al año, o la Hipoteca Mari Carmen de Abanca a euríbor + 1,25 %, que permite 24 meses de carencia por contrato. 
En cualquier caso, desde el comparador financiero recuerdan que, si ninguna de estas opciones está a nuestro alcance, siempre podemos acudir a la oficina de intermediación hipotecaria de nuestra ciudad o a la sede de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca más cercana a nuestra casa, que nos ayudarán a negociar con el banco y nos explicarán nuestros derechos y opciones.

viernes, 22 de abril de 2016

23 de Abril, Sant Jordi

Rosas, libros y enamorados: nunca faltan en Barcelona el 23 de abril. El Día Internacional del Libro se convierte en Cataluña en una jornada festiva especialmente romántica. Es cuando los catalanes celebran su patrón, Sant Jordi, saliendo a la calle para cumplir con una curiosa tradición popular. Si quiere saber en qué consiste, cuál es su origen y cómo disfrutar de ella, le invitamos a seguir leyendo.
Durante la primavera se puede disfrutar de una de las celebraciones más originales de Cataluña, Sant Jordi. Se trata de una fiesta de marcado carácter popular, que aúna cultura y romanticismo. Ese día, el 23 de abril, la costumbre manda que las parejas se intercambien regalos. Las mujeres reciben la rosa roja (que simboliza la pasión) suele ir acompañada de la señera y una espiga de trigo (símbolo de la fertilidad). Es un obsequio entre las parejas, pero se efectúa también entre todos los seres queridos (familiares, amigos, colegas).
El Día de San Jorge (Diada de Sant Jordi en catalán) tiene un aspecto reivindicativo de la cultura catalana y muchos balcones lucen la bandera catalana. En toda Cataluña se venden rosas y libros, llegando a su máxima expresión en las Ramblas de Barcelona, donde a los puestos habituales se añaden otros para la ocasión. En las últimas décadas se promueve también mucho la venta de libros con firmas de los autores y un descuento en el precio de venta, ya que el 23 de abril es oficialmente, desde 1929, el día del libro por ser el día (de 1616) en que murieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare (en rigor, ninguno de los dos murió este día: Cervantes murió el 22 y fue enterrado el 23; Shakespeare murió en la fecha indicada pero del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano). Normalmente también se realizan actividades en las bibliotecas y conciertos en las calles, que se añaden a la agenda cultural de la Ciudad Condal.
A pesar de su amplia celebración a lo largo y ancho de todo el territorio catalán, se trata de un día laborable lo que sin embargo no resta participación a la fiesta.
Así, Barcelona se convierte durante esta jornada en una enorme librería-floristería al aire libre. Las calles se llenan de gente que pasea entre puestos de libros y rosas. Por toda la ciudad podrá encontrar tenderetes con las últimas novedades editoriales, ver a autores consagrados firmando ejemplares y, por supuesto, oler el aroma de las rosas.El origen de esta curiosa fiesta es una mezcla de tradiciones de distintas épocas. Coincide, por un lado, el hecho de que Sant Jordi sea desde el siglo XV el patrón de Cataluña; por otro, la famosa leyenda de San Jorge y el dragón; y, además, la antigua costumbre medieval de visitar la capilla de Sant Jordi del Palacio de la Generalitat, en donde se solía realizar una feria de rosas o “de los enamorados”. Por esta razón, Sant Jordi también es conocido como el patrón de los enamorados en Cataluña.Éste es un día que hay que aprovechar para visitar el Palacio de la Generalitat, porque celebra una jornada de puertas abiertas. En la galería noble de su interior, cómo no, tendrá la ocasión de adquirir rosas, ya que se instalan varios puestos de carácter benéfico. Asimismo, en esta fecha podrá disfrutar del concierto de música popular de su carrillón. El programa de actividades de la institución incluye, además, la misa oficial en la capilla de Sant Jordi y la bendición de rosas en el patio gótico del edificio.

La leyenda de Sant Jordi
En la Villa de Montblanc (la región cambia de acuerdo con cada versión) había un dragón que atacaba al reino. Muertos de miedo, los habitantes decidieron entregarle cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre y que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear, decidieron enviar a una persona —escogida por sorteo— y sólo un cordero. Aquella familia que sufría la pérdida de uno de sus miembros devorado por el dragón recibía, en compensación, todo tipo de riquezas.
A partir de aquí, hay dos versiones de la leyenda: por un lado, que el pueblo se cansó de que ningún miembro de la familia real fuera enviado y que, por tanto, debía ser la princesa quien fuera la siguiente en ser devorada. La otra versión, relata que cierto día fue la princesa la escogida por sorteo para acompañar al cordero. Sea como fuera, de camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jordi, quién mató al dragón clavándole su espada y la salvó. De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero ofreció a la princesa.
El rey donó al caballero riquezas inimaginables, pero Jordi prefirió que se repartieran entre los habitantes del reino. Además, en una iglesia construida en su nombre, se cuenta que brotaba un agua milagrosa capaz de curar a los enfermos.

martes, 19 de abril de 2016

Feria de Abril

Historia
Los orígenes de la Feria de Abril se encuentran en el 25 de agosto de 1846 cuando dos empresarios asentados en la ciudad, Narciso Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra (vasco), redactaron una propuesta que llevaron al Cabildo Municipal pidiendo que le autorizaran durante los días 19, 20 y 21 de abril para celebrar una feria anual, permiso que les fue concedido después de ciertas disconformidades iniciales con el alcalde de Sevilla Alejandro Aguado, Conde de Montelirios, que pensaba que ya existían otras dos ferias muy próximas.
En primer lugar estaba la feria ganadera de Mairena del Alcor. Es la más antigua de Andalucía, desde 1441, y la primera en celebrarse, una semana antes que la de Sevilla. En segundo lugar estaba la de Sanlúcar la Mayor, que fue creada por Fernando IV, la segunda feria más antigua de la provincia, y la tercera en celebrarse por detrás de la de Sevilla que velarían el éxito que prometían los dos organizadores.
El 5 de marzo de 1847, la reina Isabel II concedió a Sevilla el privilegio de feria, celebrándose un mes más tarde la primera de la ciudad con la duración de los tres días expresados.
El Cabildo Municipal contempló que la idea de Bonaplata e Ybarra era buena y además estaba secundada por numerosos ganaderos y agricultores, y es ahí cuando comienza la primera Feria de Abril sevillana.
Se inauguró el 18 de abril de 1847 ubicada en el Prado San Sebastián. En esos tiempos este espacio se encontraba en las afueras de la ciudad aunque en el presente es uno de los lugares más céntricos de la capital, próxima a la Fábrica de Tabacos, actual edificio central de la Universidad de Sevilla, que entonces era el único edificio que estaba levantado por esas fechas en esa zona.
 Para la Exposición Iberoamericana de 1929 se edificaría cerca de allí la Plaza de España y también se colocaría el monumento al Cid Campeador, Rodrigo Diaz de Vivar. La feria contaba con un total de 19 casetas y fue tan grande el éxito obtenido que pocos años más tarde, en 1850, hubo que separarse lo que era la mercadería del ganado y el espacio para la diversión. El número de cabezas de ganado en 1850 era de 60.000. Se expidieron también licencias para 15 puestos de buñuelos, 34 de turrones y avellanas y 93 para tabernas y para agua. En 1864 se lanzan los primeros fuegos artificiales y en 1870 la feria durará dos días más.
La feria llegó a convivir hasta 1868 con la llamada Puerta de San Fernando de la antigua muralla. En 1896 se ubicó en la zona la denominada Pasarela, una estructura de hierro, que servía de paso elevado sobre el recinto ferial, tenía cuatro escaleras de acceso y un quiosco central en la confluencia de las mismas que era adornada con globos de luz blanca durante los días que duraba la fiesta. Esta estructura se desmontó en 1921 con motivo del ensanche de la calle San Fernando. A partir de entonces como recuerdo de la pasarela se comenzó a instalarse anualmente una portada de entrada a la Feria.
Visto el éxito de sus primeras vísperas, al Ayuntamiento se vio obligado a ir ampliando el lugar de celebración y la publicidad de la ocasión. En 1890 es editado el primer cartel oficial anunciador de la feria y en 1910 se difunden folletos divulgativos. El año 1914 los tres días se convierten en cinco. La añadidura del sexto día de feria se produciría en 1952.
A partir de la década de 1920 la feria se empieza a parecer a lo que es ahora, una ciudad artificial y efímera de sólo unos días de duración donde se instalan casetas para el regocijo de los visitantes foráneos y autóctonos, vendedores, juerguistas, curiosos, artistas y famosos.
Durante años el recinto de la feria se conoció como "la Pasarela", debido a una estructura existente que era utilizada para cruzar la calle, hasta el año 1973 en el cual fue preciso re-ubicar las casetas por las distintas demandas de feriantes, organismos y público. El espacio se quedó pequeño y pasó a asentarse en el barrio de Los Remedios, una zona casi rectangular con una medida de 1,5 km por 600 m, con el nombre de "Real de la Feria", con calles que fueron bautizadas con nombres de toreros de todas las épocas y adornadas de farolillos.
Dado el aumento de demanda de espacio se especuló que cambiara nuevamente de ubicación a un lugar de mayores dimensiones. Uno de los lugares estudiados es la zona conocida como el Charco de la Pava, antigua zona de aparcamientos de la Expo 92, utilizados en la actualidad como aparcamientos de la Feria, siendo el mayor problema de estos, el que es una zona inundable. Con la construcción del Parque de la Vega de Triana en 2010 no se dispone espacio para la colocación de la feria en ese lugar.
La primera portada de gran envergadura que se levanta en la Feria data del año 1949. Cada año la portada está dedicada a algún acontecimiento importante, monumento o edificio de la ciudad, pudiendo alcanzar una altura cercana a los 50 m de arcos y torres con cierto toque de arquitectura regionalista, y puede ser observada tanto de día como de noche gracias a los varios miles de bombillas que la iluminan. La reproducción de monumentos sevillanos evoluciona, poco a poco, hacia una mayor libertad temática. En 2010 se dedicará la Portada al centenario del primer vuelo sobre Sevilla, que se realizó desde el aeródromo de Tablada, y en 2005 y 2006 se dedicará a cada uno de los equipos de fútbol de la ciudad.
Del lunes al martes de feria es la primera noche en la que se iluminan las calles y la portada del Real, a las 12 en punto. Se conoce como noche del pescaíto, y el plato típico es pescado frito. La feria termina la noche del domingo, con el apagado de las bombillas y un castillo de fuegos artificiales también a las 12 en punto.
El número total de bombillas que iluminan la feria asciende a un total aproximado de 350.000 cubiertas por sus peculiares farolillos venecianos de colores verde, blanco y rojo, consiguiendo con esto una vistosidad y luminosidad muy peculiar. En las bifurcaciones de las distintas calles estas bombillas están dispuestas en forma de paraguas, que culminan en un alto mástil, y sin que las recubran los farolillos.

Fecha de celebración
Tradicionalmente, ha habido al menos una semana de separación entre la Semana Santa y la Feria de Sevilla, provocando en algunos casos excepcionales que se celebrase total o parcialmente en mayo. En 1943, la feria empezó el 29 de abril y terminó el 2 de mayo. En 1962 se celebró del 1 al 6 de mayo. En 1973 el alumbrao tuvo lugar a las 9 de la noche del 30 de abril para que pudiera coincidir la feria unas horas con ese mes. En 1984 la feria comenzó el 29 de abril.
La Ordenanza Municipal de la Feria de Abril, aprobada por el Ayuntamiento de Sevilla el 25 de noviembre de 2011, en su Título I, De la fecha de celebración de la Feria, dice:
Artículo 1. Fecha de celebración de la Feria.
1. La Feria de Sevilla se celebra cada año en la tercera semana posterior a Semana Santa, entre los días martes a domingo, ambos inclusive.
2. En aquellos casos en los que el cumplimiento de esta norma obligara a celebrar la feria íntegramente en el mes de mayo, se adelantará su celebración una semana, siendo, por tanto, la segunda posterior a la Semana Santa.
3. En los supuestos en que fuera imposible el cumplimiento de lo dispuesto en los preceptos anteriores, se faculta a la Junta de Gobierno de la ciudad de Sevilla para que acuerde la fecha de celebración de la Feria de Sevilla en el caso concreto.
Es decir, se procura que haya dos semanas de separación con Semana Santa, salvo si esto provoca que la feria
empiece en mayo, en cuyo caso sólo habría una semana de separación. En 2011 el Domingo de Resurrección cayó el 24 de abril por lo que, al dejarse pasar sólo una semana, la feria ya empezaba necesariamente el 3 de mayo.
En 2014 el Domingo de Resurrección cayó el 20 de abril, por lo que, en virtud del artículo 1.2 de la Ordenanza, se debería haber dejado pasar solo una semana para que la feria empezara el 29 de abril. Sin embargo, el 1º de mayo cayó en jueves y las asociaciones de hosteleros se mostraron de acuerdo con celebrar la feria dos semanas después para aprovechar turísticamente aparte el puente del 1º de mayo. El Ayuntamiento puso la Feria, en lugar de una semana, dos semanas después, situando la noche del pescaíto (la noche del lunes al martes) el 5 de mayo.

Las casetas
En los primeros tiempos de la feria, al estar relacionada con la venta de ganado, lo que se calificaba de caseta era el equivalente a un establo. En la correspondiente al año 1849 el Ayuntamiento montó la primera caseta tal como se entiende el término ahora. Su estilo era el de una tienda de campaña, con la intención de vigilar y mantener el orden público, que cambió al poco tiempo debido al ambiente festivo que allí existía. En 1850 se colocaron otras casetas con diversos elementos de ocio, alimenticios y otras utilidades.
Con el transcurso de los años, familias y algunas instituciones quisieron disfrutar más tiempo de ese espacio que se aventuraba anual, eso hizo que el número de casetas fuese en aumento, cada cual la adornaba a su antojo quedando todo muy pintoresco, adquiriendo formas morunas, circulares, militares... Fue en el año 1919 cuando se consiguió cierta uniformidad en el estilo, basándose en un diseño realizado por el pintor Gustavo Bacarisas. La uniformidad total se consiguió en el año 1983 cuando se establecieron normas para el montaje.
La estructura y montaje de las casetas está regulada por el Título IV de la Ordenanza Municipal de la Feria de Abril. El módulo tiene una anchura de 4 metros y una profundidad de entre 6 y 8. El frontón de la caseta recibe el nombre de pañoleta y debe estar hecho de madera. La mayoría de las casetas sólo tienen un módulo aunque, si hubiera más de uno, podrían colocarse varias pañoletas o una que abarcara a todos. Las lonas de la caseta deben ser listadas de rojo y blanco o verde y blanco.
Los toldos empleados en la cubrición deben ser de lona o cualquier otro material con grado máximo de reacción al fuego M2 certificado recogida por la Norma Básica de la Edificiación CPI/96. La parte exterior debe contar con una barandilla de metal o madera de color verde y que no supere la altura de 1,50 metros y que deje una anchura mínima de paso de 1,20 metros.
El Servicio de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de la ciudad celebra un Concurso de Exorno de Casetas para premiar a la mejor decorada. En la actualidad el número de casetas que conforman la Feria asciende a 1040. Las casetas suelen tener un tablao para los que bailan sevillanas.
La titularidad de la caseta se rige por el Título II de la Normativa, y se hace mediante licencia municipal. Las casetas suelen ser otorgadas a particulares que las comparten con sus grupos de pares, a entidades públicas y a entidades privadas, como empresas (Carrefour, Dragados y otras) o asociaciones (hermandades, asociaciones de amigos, asociaciones culturales, peñas, etcétera)

El cante y baile por sevillanas
Las sevillanas son el cante y baile típico de la Feria de Sevilla. Su origen se encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron, añadiéndose el baile en el siglo XVIII hasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente.
A la Feria de Sevilla llegaron el mismo año de su fundación con el nombre que la caracteriza, aunque no fueron reconocidas legalmente con ese término por la Real Academia Española de la lengua hasta el 1884 que fue incluida en el diccionario de la lengua española.
En las sevillanas existe una variedad infinita de temáticas entre las que podemos clasificar como las más relevantes: las regionalistas (Feria, Semana Santa, personajes famosos, toros, Sevilla, etc.) de tipo amoroso, rocieras, corraleras, etc.
También se pueden clasificar los bailes como rápidos o lentos. Las sevillanas se suele bailar por pareja, salvo excepciones y experimentales combinaciones donde el baile lo ejecuta una formación de más de dos personas al mismo tiempo.
Aunque es el cante y baile el que más se escucha -se canta, se baila y se tararea mientras dura la fiesta-, también hay casetas donde se puede pasar el día acompañado con otros sones y danzas, orquestas y cantantes famosos.

La noche
Cuando anochece, las calles del Real se iluminan con los farolillos venecianos y con los adornos de bombillas. También las atracciones de feria tienen su propia iluminación. Por la noche no transitan caballos ni carruajes. Las casetas también sirven comida y es habitual cenar, tapear y beber hasta avanzada al noche. También permanecen abiertos los puestos de comida, que además suelen vender churros con chocolate al amanecer.
Todos los días de la feria las luces se apagan a las 3 de la mañana, exceptuando el sábado, cuando se mantienen hasta las 6, y el domingo, cuando se pagan a las doce de la noche, coincidiendo con el espectáculo de fuegos artificiales.
El servicio municipal de limpieza, Lipasam, pone en marcha, al igual que en Semana Santa, un plan especial de limpieza. Lipasam se asegura de la limpieza del Real, tanto antes como después de la celebración del evento, aunque el barrido y otras tareas comienzan a realizarse a las 4 de la madrugada.


viernes, 15 de abril de 2016

La duración mínima de los arrendamientos

Vivienda habitual vs Arrendamientos de temporada

¿Sabes cuál es la duración mínima que debe tener un arrendamiento? ¿Es la misma para una vivienda habitual que para una de temporada? AOB Abogados resuelve todas tus dudas.

Desde un punto de vista lógico,  cabría pensar que si una persona es propietaria de una vivienda,  puede pactar lo que desee  para el supuesto que desee alquilarla a alguien, y por lo tanto,  sea libre de decidir durante cuánto tiempo desea arrendarla. Ahora bien, por fortuna, ello no siempre es así,  y deberemos diferenciar en función del tipo de alquiler en el que estemos, existiendo un diferente  trato legal a si lo que vamos a alquilar es un piso para que sirva como vivienda habitual para el inquilino, o bien si lo que vamos a alquilar es un apartamento vacacional o un local de negocio.

Vivienda habitual
Así las cosas, y con el objetivo de que haya una cierta seguridad en una cuestión tan importante como es la vivienda para una persona, y  de esta manera no tengamos que estar cambiando de piso por los caprichos de un arrendador o bien para evitar estar renegociando el precio del alquiler en función del mercado inmobiliario, cuando nosotros queramos arrendar una vivienda a alguien a fin de que pueda  destinarla como vivienda habitual, hemos de saber que si hemos pactado un plazo inferior a 3 años,  si el inquilino quiere y es su voluntad, podrá quedarse en el piso  con las mismas condiciones, durante un plazo mínimo de tres años desde que se firmó el contrato.  La ley por tanto protege al inquilino que hará de ese arrendamiento, su vivienda habitual. Es decir, aunque el contrato diga lo contrario y el  propietario se niegue, el inquilino podrá estarse un mínimo de 3 años, prevaleciendo pues lo que dice la ley, a lo que se haya podido pactar en un contrato.  Además, si el propietario no avisa con un mes de antelación antes de que finalice el tercer año su voluntad de no renovar ese contrato,  se renovaría automáticamente por al menos un año más. Simplemente existe una excepción a todo ello  y es en lo casos en los que,  habiendo transcurrido al menos 1 año desde la firma del contrato, el  arrendador la necesite para él o para sus familiares de primer grado o para su cónyuge en supuestos de separación, divorcio o nulidad matrimonial. En éste único supuesto, el arrendador, preavisando con dos meses de antelación, en cualquier momento de vigencia del contrato (habiendo transcurrido al menos ese año) podría extinguir el contrato y exigir que el inquilino abandone la vivienda.

Arrendamientos de temporada 
Por el contrario, en los arrendamientos de temporada y en los arrendamientos de local de negocio, prevalecerá la duración que pacten libremente las partes, sin mínimo ni limitación, por lo que es tan válido celebrar un contrato por un día como por 10 años. La diferencia está en que la ley entiende que al no versar el contrato sobre la vivienda habitual,  ya no debe existir tanta regulación para proteger a la parte más débil, y por lo tanto, deberá estarse a lo que libremente se pacte.



Elige el contrato que se ajuste a tus necesidades
Vistas las diferencias que existen respecto a la naturaleza contractual de uno y otro resultará de vital importancia una buena y correcta redacción de los contratos de arrendamiento ya que, por ejemplo, en el contrato de arrendamiento de temporada deberá quedar muy claro que el arrendatario tiene la vivienda habitual en otro lugar y que sólo quiere alquilarlo durante en determinado periodo, ya que caso de no hacerse así y no quedar reflejado en su clausulado,  podría llegarse a plantear y cuestionar si realmente estamos en vez de un contrato de temporada estamos ante un arrendamiento de vivienda habitual y por tanto, esté obligado el propietario a soportar el alquiler un plazo mínimo de 3 años.

Referencias: Easypiso

jueves, 7 de abril de 2016

¿Vivienda nueva o a reformar?

Cinco razones para no temer a las obras

·Según un estudio de El Mundo, las propiedades una vez reformadas aumentan, aproximadamente, un 10% su valor.

·Los pisos usados cuentan con la mejor relación ubicación-precio.

Tras los últimos datos sobre el aumento de adquisiciones de viviendas de segunda mano (12,1%) frente a la compra de pisos nuevos, la empresa especializada Reparalia ha realizado un análisis donde proporciona cinco motivos por los cuales reformar sale más rentable.

Mito 1: La ubicación de los pisos antiguos los encarece
Todo lo contrario, tienen la mejor relación, ubicación/precio, y suelen ofrecer una mayor posibilidad de negociación, entre otras cosas, porque suelen necesitar alguna reforma y soportan una menor carga financiera que permite al vendedor rebajar el precio.

Mito 2: Cuanto más vieja sea la casa, peor será la reforma
Cuanto más vieja, más reforma. Pero, una vez hemos asegurado que el estado general del edificio es bueno, se aplica la máxima de cuanto peor, mejor, ya que es más fácil y eficaz empezar de cero que tapar parches y porque a mayor volumen de negocio se consiguen mejores precios.

Mito 3: Mejor invertir en un piso nuevo más grande que en una reforma
Según los datos a nivel nacional del Consejo General del Notariado, el coste medio del metro cuadrado de los pisos de segunda mano se sitúa en los 1.381 euros, mientras que el de los pisos nuevos asciende a 1.741. Es decir, que en un piso de 100m2 la diferencia entre elegir casa antigua frente a vivienda nueva podría llegar a suponer un ahorro de hasta 36.000 euros, un presupuesto con el que los expertos de Reparalia calculan que se podría realizar: la reforma de la cocina con muebles incluidos, la reparación completa de dos baños, limpieza de paredes y pintura de todos espacios, así como cambiar ventanas, colocar parquet o tarima y renovar la instalación eléctrica y de calefacción.

Mito 4: El mantenimiento de un piso antiguo es más caro
Hay muchos puntos que te ahorrarás a largo plazo haciendo reforma de un piso usado. Por ejemplo, las viviendas de obra nueva suelen estar situadas en urbanizaciones con piscina, jardines e instalaciones deportivas que pueden conllevar el incremento del gasto de la comunidad. Además, los pisos nuevos están sujetos a un 10% de IVA, mientras que los de segunda mano soportan el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) que varía un 6% y un 8%.

Mito 5: Las obras son un rollo
Es probable que durante un tiempo la vivienda no esté habitable, pero hacer realidad la vivienda de tus sueños y poder adaptar cada estancia a tus necesidades es altamente reconfortante y divertido.

Asimismo, desde la compañía especializada han apuntado en el comunicado que si una vez reformado se decide vender la propiedad, esta habrá aumentado un 10% su valor.

Siete diferencias entre vivienda nueva y usada 



Con esta comparativa esperamos haberos ayudado a tomar una decisión.


viernes, 1 de abril de 2016

Qué prefieres: ¿un alquiler de 600 euros o una hipoteca de 600 euros al mes?

Escoger entre comprar o alquilar cuando suponen el mismo coste al mes depende de la situación personal de cada uno
No es la misma para un joven que acaba de terminar sus estudios, que para una pareja con trabajo estable, o para una familia. No obstante, en nuestro país, a pesar de que la vivienda de alquiler ha tenido un gran incremento en los últimos años, todavía sigue existiendo ese apego por la propiedad, frente a la opinión infundada de que alquilar es tirar el dinero. En realidad, las dos opciones tienen pros y contras que son necesarias conocer antes de elegir.


¿Por qué es mejor comprar que alquilar?
Las personas que apuestan por solicitar una hipoteca para comprar una casa encuentran 3 ventajas principales respecto al alquiler:
Casa en propiedad. La principal ventaja de solicitar una hipoteca es que la vivienda será de nuestra propiedad, y una vez terminado el contrato hipotecario, no tendremos que seguir pagando una renta por ella. Sin embargo, si alquilamos un piso, este no acabará siendo nuestro.
Seguridad y estabilidad. Tener una casa en propiedad asegura la estabilidad de tener una vivienda en un lugar fijo de forma permanente. Además las hipotecas a interés fijonos dan la tranquilidad de que nuestra cuota será siempre la misma y no variará en función de ningún índice. El alquiler, por el contrario, no nos asegura residir en la vivienda durante un período de tiempo muy largo, ya que en principio los contratos se firman para períodos de 3 años, renovables año a año, y el propietario puede, con un mes de antelación a la finalización del contrato, acabar en cualquier momento con el alquiler. 
La compra como inversión. A diferencia de años atrás, si compramos y vendemos un inmueble puede que no ganemos mucho dinero, pero si podemos esperar los expertos coinciden en que en el medio plazo las viviendas volverán a subir sus precios, como ya se empieza a observar sobre todo en las ciudades más grandes. Además, un inmueble en propiedad siempre sirve de garantía si en el futuro necesitamos pedir otros préstamos.

¿Por qué es mejor alquilar que hipotecarse?
En general, las personas que apuestan por el alquiler valoran más aspectos como la libertad de movimiento, la no dependencia con un banco, o en algunos casos es su mejor opción porque no disponen de ahorros suficientes como para dar la entrada de una casa. Estos son los puntos fuertes del alquiler:
Se exigen menos ahorros. Para alquilar una vivienda los ahorros necesarios son mucho más bajos, aunque dependerá de si alquilamos directamente a un particular o a una inmobiliaria. En el caso de alquilar a través de una inmobiliaria, normalmente nos van a exigir uno o dos meses de fianza, la mensualidad correspondiente, un mes más IVA para la inmobiliaria y gastos de formalización del contrato. Y si alquilamos directamente a un particular los gastos serán un mes o dos de fianza, más mes corriente. Sin embargo, para solicitar una hipoteca hay que disponer aproximadamente del 35 % del valor de la vivienda, es decir 35.000 € de cada 100.000 €, para dar la entrada del préstamo.
El alquiler no te ata al banco, la hipoteca sí. En el caso del alquiler no adquirimos un compromiso de pago con el banco, ya que no tenemos que reintegrar una deuda. Tenemos mayor liberad para desvincularnos del contrato.
Más libertad de desplazamiento. Si tenemos una casa en alquiler nuestras posibilidades de cambiar de ciudad o país por motivos laborales, son mayores, debido a que no tendremos una hipoteca que pagar.
No suele ser necesaria la contratación de seguros. Cuando contratamos una hipoteca, los bancos nos exigen la contratación de productos como seguro de vida, seguro de hogar o incluso seguro de protección de pagos o desempleo, para disfrutar de un interés más bajo, un gasto que suele suponer entre 300 y 800 euros al mes, mientras que en el alquiler no es una práctica frecuente y, en cualquier caso, solo nos reclamarían el seguro de hogar. 
Menos gastos. Al alquilar un piso, nos ahorraremos los gastos de apertura que incluyen las hipotecas (notaría, gestoría, registro, tasación e impuestos). También estaremos exentos de pagar comisiones, como apertura, subrogación, novación, amortización parcial y total o cancelación. Y por último, pero no menos importante, con el alquiler normalmente no tendremos que asumir los gastos de la comunidad de vecinos.
Ambas opciones tienen puntos a favor y en contra, y en la elección de una u otra van a influir varios factores, no solo económicos. Así pues, es necesario eliminar la idea de que con la hipoteca no tiramos dinero y con el alquiler sí ya que, si lo pensamos, gran parte de lo invertido en la hipoteca es también a fondo perdido, como los intereses que se lleva el banco, la tasación, los honorarios del gestor y el notario, etc., que pueden llegar a suponer un 50 % o incluso más del valor de la vivienda.
Entonces, ¿qué opción es la acertada?
Básicamente, esto es individual según el perfil de la persona, ambas opciones son buenas, solo hay que enumerar pros y contras de ambas y valorar a criterio personal cual de las dos es la que más se adapta a nosotros; teniendo en cuenta nuestras características, posibilidades y necesidades.
¿Y tú? ¿con cual te quedas?