martes, 9 de febrero de 2016

Nuestro propio rincón verde en casa

Los que vivimos en una gran ciudad echamos de menos tener algo de verde a nuestro alrededor. Suele ser difícil encontrar árboles o jardines que nos hagan los días más bonitos. Nuestra vista descansa y se relaja contemplando los diferentes matices de los tonos verdosos, y viendo florecer los capullos de las plantas. Además de oxigenar el aire que respiramos y proporcionarnos frescor en los días calurosos.

Si disfrutas con estas visiones, ¿por qué no tener un jardín dentro de casa?. Fíjate en esta idea de la fotografía.

Es genial. En una pared vertical se ha colocado un palé realizado con listones de madera, al que se le han añadido pequeños cubos del mismo material con forma de maceta. Se han rellenado con tierra y se han plantado diferentes especies vegetales en cada uno de ellos. Decorativo y práctico, aquí puedes añadir alguna planta aromática que necesites para cocinar, ¡podrías tener tu pequeño huerto ecológico en casa!. Lo único que tendrás que saber perfectamente, es dónde va a ir colocado, por el tipo de especies que quieras distribuir. No es lo mismo plantas de interior que las de exterior, sino tendrías que llevarlo a una terraza. También sería necesario saber si son plantas de sol, o prefieren lugares oscuros y muy húmedos. ¡No sirve cualquier planta!.

Otra opción (de interior), és colocar una columna de jardín vertical. ¿No sabes qué es eso?. Pues admírala.



Está realizada con materiales típicos de jardinería, que sean transpirables y dejen crecer las plantas. Una obra de arte vegetal, sobre todo si la eliges según los colores de sus hojas, según la estación, o su floración. En eso te pueden ayudar los centros de jardinería. La puedes crear a la altura que desees. Más pequeña o de gran altura. Siempre pensando que aunque no ocupa espacio, terminará pesando mucho, si es grande. ¡Ojo, con poner una de estas dimensiones en la terraza!. Una con cuatro o cinco pisos sería perfecta.



Y si, tu vivienda es de dimensiones reducidas, puedes jugar con pequeñas macetas dispuestas por el alféizar de la ventana o a modo colgante. Estéticamente quedan preciosas, y también podrás contemplarlas como si fuese tu propio jardín.
Aquí tienes unos ejemplos muy bonitos y prácticos.



¡Qué nadie se quede sin su rincón verde!.

Ahora que ya tienes unas cuantas ideas...
¿Con que opción te quedas tú?


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