La ciudad argentina de Ushuaia, la más cercana a la Antártida de todo el mundo, es la ubicación donde está ubicado el proyecto “Tol-Haru, la Nave Tierra del Fin del Mundo" la primera casa autosostenible, se ha construido completamente con materiales reciclados y tiene la capacidad de calefaccionarse y refrigerarse a través de energía eólica y solar, de reutilizar el agua de la lluvia y hasta de reciclar sus propios residuos.
El proyecto dio comienzo en 2010 y cuenta con el apoyo del Gobierno de la Provincia de Tierra de Fuego, que declaró el proyecto «de interés legislativo» el 15 de noviembre de 2011.
La ciudad de Ushuaia, además, es parte del pacto de los alcaldes de la Unión Europea firmado en noviembre de 2012, en el que se comprometían a desarrollar energías limpias para reducir en un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono de cara a 2020.
Está diseñado por la ONG Naturaleza Aplicada a la Tecnología (NAT), y cuenta con la colaboración del arquitecto Michael Reynolds, impulsor del concepto de viviendas autosostenibles.
Michael Reynolds, que estudió arquitectura en la Universidad de Cincinnati, en el estado norteamericano de Ohio; es un arquitecto visionario y rebelde que ha impulsado una serie de iniciativas experimentales alrededor del mundo, desafiando lo establecido y promoviendo un nuevo tipo de arquitectura en base al reciclaje y la autosuficiencia; también forma parte de Earthship Biotecture, una organización dedicada a fomentar este tipo de edificaciones a nivel global, eligió esta ciudad en el "fin del mundo" como un símbolo de "una nueva relación entre el ser humano y la tierra, que no sea tan destructiva".
La construcción del proyecto comenzó durante los primeros días de Enero de 2014 y ha sido impulsada por los actores Mariano Torre y su mujer, Elena Roger, integrantes de la Fundación NAT (Naturaleza Aplicada a la Tecnología), además de contar con el aval del intendente de Ushuaia, Federico Sciurano.
Como parte del proyecto, el arquitecto realizó en la ciudad la primera "Academia Internacional de entrenamiento para la construcción autosustentable", destinada a 50 alumnos seleccionados por él y a un grupo de 10 fueguinos interesados.
La vivienda es «un modelo de supervivencia simple» que consiste en dos construcciones en forma de cilindro de 50 metros cuadrados, y a su alrededor, un armazón de cristales crea un efecto invernadero que permite mantener la temperatura de la vivienda constante entre 18 y 22 grados y ahorrar así energía eléctrica en una ciudad donde el invierno es la única estación del año; ha sido levantada por más de 60 personas (provenientes de diferentes partes del mundo) a través del reciclaje de 333 neumáticos, 3000 latas de aluminio, 5000 botellas de plástico y 3000 botellas de vidrio.
Los constructores cuentan que la sostenibilidad del proyecto se define en base a la refrigeración y calefacción mediante masa térmica (evitando la utilización de combustibles fósiles) y la construcción con materiales naturales y reciclados, además de integrar la recolección, filtrado y limpieza del agua de la lluvia, el tratamiento de las aguas residuales, la producción sostenible de frutas y verduras, y el abastecimiento energético por medio de energía eólica y solar.
El proyecto está planteado como un curso en el que participarán 70 voluntarios de todo el mundo, de lugares tan alejados como Turquía o Australia, junto a indígenas de la comunidad quom argentina; y descrito como «una semilla», se espera que todos los participantes «vayan sentando otras semillas en sus países, en los limítrofes y en todo el mundo».
La actriz y cantante Elena Roger –coordinadora de la “Nave Tierra”- ha comentado: "Para nosotros es más que importante llevar a cabo este proyecto porque vemos que las ciudades están completamente saturadas y creo que Ushuaia está a tiempo de revertir eso. Esta construcción demuestra que podemos aportarle al planeta en vez de saturarlo" y agradeció el esfuerzo de Ushuaia por «cumplir con el compromiso de hacer del mundo un lugar más ecológico».
El alcalde de la ciudad, Federico Sciurano, calificó la construcción de«mensaje de esperanza y de futuro» que indica hacia dónde quiere ir el municipio, en declaraciones a la agencia oficial Télam.
Dentro de Argentina, sin embargo, ya existen otros grupos que han mostrado su intención de seguir el ejemplo ushuaiense y realizar construcciones ecológicas.
En la localidad bonaerense de Mar del Plata, al sur de la capital argentina, el proyecto «NaveTierra MDQ» comenzó a desarrollar una idea similar en 2010, aunque todavía no ha empezado su puesta en práctica.
*Más detalles de la experiencia sostenible en el siguiente link.
Referencias: Earthship / Rio Negro / Nuevo Diario Web Santiago del Estero / Plataforma arquitectura
Fotografías © Earthship Biotecture
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