Entramos en el año nuevo con buenas
perspectivas en lo que se refiere al mercado de la vivienda . Se cree que tanto
la demanda como el retorno de las promociones, serán las responsables de que
este año el crecimiento en la inversión
residencial sea el doble de rápido que en 2015.
Las compraventas,
por lo tanto, se espera que sigan al alza y aquí es donde se suceden los
típicos errores de los nuevos propietarios que hay que evitar si lo que
queremos es un resultado exitoso. No te endeudes por encima de tus
posibilidades, de firmar la hipoteca con tu novio o novia o de quedarte con la
primera oferta que encuentres. Vamos a hacer un listado de pasos a tener en
cuenta en el momento de solicitar una hipoteca:
1. No tener en cuenta la zona donde se
encuentra la vivienda.
A la hora de elegir una vivienda hay que tener
en cuenta la zona y su localización; es
decir, si hay medios
de transporte cercanos , la distancia y gastos económicos que hay para el
desplazamiento (hasta el lugar del trabajo, el colegio, los comercios,...)
2.
Ignorar nuestras posibilidades reales de pago.
Antes de firmar una hipoteca hay que analizar
y sopesar si podremos hacer frente al pago
cada mes, incluso si suben los tipos de interés. Los expertos recomiendan que
la cuota mensual suponga aproximadamente un 30% de los ingresos mensuales, ya que a este pago
hemos de sumarle a posteriori los gastos de la luz, el agua, la compra,…
3.
No apoyarse en una inmobiliaria.
Uno de los errores mas comunes es estar
dispuesto a invertir mucho dinero en adquirir un inmueble de forma particular y
no querer invertir en una empresa especialista que nos ayude y asesore con el procedimiento.
El profesional puede negociar, evitar
fraudes y ayudarnos con el tema burocrático, con lo cual, lo mas recomendable
es no hacer ningún tipo de reserva de una vivienda, ni firmar contrato alguno (de
arras, alquiler con opción a compra, compra…) sin contar con esta ayuda.
4.
Pensar que el banco mira por el cliente.
Pensar que nuestro banco habitual va a tener
en cuenta nuestros intereses y que es la mejor opción. ¡Error! Muchas veces
podemos conseguir mejores condiciones que lo que nos ofrecen en un primer momento.
En este caso, lo mejor es informarse sobre las ofertas
del mercado en el momento de la firma, hacer una comparativa entre ellas y
elegir el producto hipotecario que más nos convenga. No olvidemos que muchas
veces las propias inmobiliarias cuentan con opciones muy buenas de los bancos
con los que trabajan habitualmente que puede ser nos convengan.
5.
No comprender lo que se va a firmar.
Es sumamente importante y necesario dedicar
tiempo y esfuerzo a comprender todo el contenido del contrato que se va a firmar,
ya que la adquisición de una propiedad, es seguramente la mayor inversión en la
vida de una persona, independientemente del fin de la compra. Por lo tanto, lo
mejor es aprovechar que la escritura de compraventa suele llegar a la notaría unos días antes de la firma y revisar el texto antes
de endeudarse para casi toda la vida.
6.
Hipotecarse en pareja sin fijar reglas.
Firmar una
hipoteca con la pareja sentimental debería estar sujeta a unas reglas según los expertos y que éstas deberían
incluirse en la escritura para evitar malos entendidos y problemas después. El
coste es de unos 60 euros y, en el caso de una ruptura o un fallecimiento, queda
constancia de quién pagará el préstamo o se quedará con el piso. Es decir, es
un procedimiento que evita posibles conflictos futuros.
7.
Pedir avales a la familia sin establecer unos límites.
Según los expertos ningún familiar debería
avalar a un futuro propietario. Ya que en su opinión, la entidad financiera no
debería conceder el préstamo si duda sobre la solvencia y/o capacidad del
hipotecado parta hacerse cargo. Por eso, lo más recomendable es que la fianza este limitada de alguna
manera para que cuando esté amortizada esa parte el aval quede libre de
responsabilidades.
8.
No protegerse de los malos inquilinos.
Este punto es para los que están pensando en adquirir
una vivienda como un producto de inversión y vayan a alquilarla, deben recordar
que el propietario no
tiene defensa ante el impago, debe tomar precauciones
sobre la solvencia de los inquilinos para evitar problemas en el futuro, aunque
lo mas recomendable es que se ponga en contacto con una empresa inmobiliaria
para evitar estos problemas.
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